Atención, prevención y rescate al servicio de la población
(MPPRIJ-Redacción-24/09/13). La
Autoprotección nace con el hombre mismo. Es el recurso individual y
correctivo de preservar su propia integridad, su especie y la de su
ambiente. El enfrentar situaciones de desastres ha permitido a través de
la evolución del tiempo, conformar agrupaciones a nivel mundial
siguiendo estrategias para establecer medidas de prevención social. En
Venezuela ha existido
preocupación por crear Grupos de Ayuda, Asistencia, Búsqueda, Salvamento
y Rescate. Tomando en consideración que, por la ubicación geográfica
del país y su condición Caribeña, Atlántica, Andina y Amazónica,
presenta un alto grado de exposición ante amenazas de origen natural y
antrópico (provocados por el hombre).
Es
por ello, que Protección Civil Venezuela tiene su fundamento como el
organismo encargado del estudio, planificación, programación,
coordinación y adiestramiento de los recursos públicos y privados, así
como la ejecución de las acciones necesarias para prevenir, reducir y
atender las emergencias y los daños derivados de las situaciones de
desastres de origen natural, social, tecnológico o conflictual, y el
consiguiente socorro y atención de las poblaciones y el medio ambiente
afectados.
Tanto
la Dirección Nacional, como las direcciones regionales y municipales de
Protección Civil y Administración de Desastres, como parte de la
seguridad del Estado y de sus cometido de mantenimiento del orden
público en todo el territorio nacional, deben estimular la capacidad de
autoprotección de las comunidades y en
función a esta premisa, desarrollar programas para lograr la formación y
capacitación de la población, en todo lo concerniente a la
autoprotección, vigilancia vecinal, rescate, primeros auxilios y otros
aspectos claves, para que en caso de desastres, estén en capacidad de
recibir directrices de los organismos competentes y lograr una mejor
labor. Elaborar y mantener
actualizados a nivel municipal un inventario de los recursos humanos,
técnicos, materiales y financieros para ser utilizados en la ejecución
de planes de defensa y protección civil. Igualmente, deben coordinar las
respectivas operaciones en casos de emergencias y/o desastres.
A
partir de allí, y tomando en cuenta el momento actual, el día a día,
que vale destacar y honrar la labor humana y “calidad” de servicio, más
calidad de vida (entendida como bienestar material y social), que los
trabajadores de estas Instituciones prestan a sus congéneres cada vez
que es necesario, dentro y fuera de sus fronteras.
Por
su parte, el Director Nacional de Protección Civil y Administración de
Desastres, Luis Díaz Curbelo, da un reconocimiento a la calidad humana
de cada funcionario y voluntario, “que no debe medirse por el éxito ni
por el prestigio, sino por el deseo que sienten de ser seres humanos
éticos, morales, conscientes y más capaces de ser útiles a los demás y a
nosotros mismos” resaltó Díaz Curbelo.
(Prensa DNPCAD/MPPRIJP- Ninoska Vásquez).
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