Lluvia y tormenta eléctrica en San Cristóbal
Unos cuarenta minutos de lluvias con tormenta eléctrica, intempestivas e intensas, causaron el colapso de la parte alta de San Cristóbal, porque se trancó el tránsito vehicular y peatonal, se formaron lagunas en las que quedaron varios carros varados con pasajeros asustados, y se desbordaron tres de las quebradas de la capital tachirense.
De acuerdo al reporte ofrecido por el director de Protección Civil Táchira, Alfredo Jackzco, que citó al mayor Luis Vargas, de la Estación Meteorológica de San Antonio del Táchira, el fenómeno es parte de los conocidos en el ámbito meteorológico como los “cordonazos de San Francisco”, y que se presentan intempestivamente pocos días antes o después del día del santo.
Según el balance señalado por el alto funcionario regional, no hubo daños materiales por las lluvias, que inicialmente se presentaron leves, a la una y quince de la tarde, pero se hicieron fuertes de dos y diez de la tarde, aproximadamente, a dos y cincuenta minutos.
Antes de las precipitaciones, el cielo se oscureció y cuando la lluvia se intensificó las canales no dieron abasto y en el interior de las viviendas y edificaciones del suroeste de la ciudad, hacia el páramo La Maravilla, rebosaban las mismas. Hubo nerviosismo en algunas personas, como las que se quedaron dentro de la “tradicional” laguna que se forma entre el Velódromo y el gimnasio de fútbol sala, donde cuatro carros se quedaron varados y un grupo de estudiantes de la Universidad del Táchira llegaron al lugar a prestarles ayuda -indicó Jaczko-. La altura de las aguas alcanzaron los treinta centímetros, estiman. La causa del colapso, al parecer, fueron los drenajes tapados.
De igual manera, se anegaron las calles entre el Baratta y la Unefa, y en Las Lomas y la zona de residencias de Torres Blancas aumentó el congestionamiento vehicular, en el primer sector por el desbordamiento de las quebradas La Blanca y La Carora, y en el segundo, por la quebrada la Vichuta. En Las Lomas, los negocios de la Zona Industrial y el área del Centro Comercial quedaron inundados.
Las inundaciones no ocasionaron daños materiales, aunque sí un “maremágnum” a la entrada y salida del municipio San Cristóbal, específicamente por la conocida trocha, los puentes de guerra y el puente viejo Libertador, debido al colapso de la avenida Las Lomas, por donde la altura del agua no permitió el tráfico.
El reporte de Protección Civil indica que la fuerza del agua levantó en varios sectores las tapas de la boca de visita, en zonas como la avenida Ferrero Tamayo con la España, y la calle entre Monterrey y Ebenezer.
De igual manera, bajando hacia La avenida Libertador, por el Santiago Mariño, un árbol cayó y bloqueó la mitad de la calle. Las calles de la parte media de la ciudad, a pesar de que, sobre todo en La Concordia y Barrio Obrero, el sol era “picante”, según los reportes de Protección Civil, quedaron con sedimento.
Jaczko indicó que debido a la situación que se presentaba y a la lluvia que no esperaban, llamaron a las direcciones municipales de Protección Civil para que estuvieran atentos a cualquier contingencia, en vista de la nubosidad que se estaba formando, principalmente hacia los municipios Andrés Bello, Guásimos y Cárdenas, además de la parte alta de San Cristóbal. En Andrés Bello, destacó, hubo lluvia con actividad eléctrica.
Cordonazos santos
Explicó Jaczko, según el reporte del meteorólogo Vargas, que asocian esa lluvia inesperada a la fiesta de San Francisco de Asís, que se celebra el cuatro de octubre.
“A veces unos días antes y a veces unos días después, en varias zonas ocurre un fenómeno muy particular, un gran fogonazo atraviesa el cielo, el trueno es impresionante, hasta parece que la tierra temblara, y la lluvia cae incesantemente. Suele suceder en Venezuela, Panamá, Colombia, parte de Brasil y parte de África. Se dice que este día San Francisco se quita el cordón, lo llena de truenos y relámpagos y castiga con cordonazos a los habitantes del planeta que se portan mal. Otros dicen que el santo quiere jugar con las nubes y para que no lo mojen, les pega con el cordón para así quitarles toda el agua que tenían”.
También, según Vargas, se dice que San Francisco es el que administra el agua que ha de caer sobre el planeta y, el 4 de octubre, cansado de estar mojado, se quita el cordón y sacude su sotana hasta que cae la última gota sobre la tierra y ese año ya no lloverá más. Lo que sí es cierto, es que ese día puede amanecer bellísimo, espléndidamente soleado y de pronto todo oscurece para dar paso a una gran tormenta eléctrica y fuertes precipitaciones. Reza el refrán que, “por tierra y mar, éste se hace notar”.
Agrega que en otros países, con el cordonazo de San Francisco, suele presentarse el primer temporal formal de otoño, muy temido por la gente del mar. El cuatro de octubre marca el final de la temporada de lluvias, pero los cambios climatológicos han echado atrás esta teoría, pues lo mismo llueve en noviembre y diciembre que en plena primavera. Los católicos celebran este día a San Francisco de Asís, un monje fiel defensor de los animales, por ser creaciones de Dios.
Sobre si continuará lloviendo, el director regional de Protección Civil expresó que hay una onda tropical al norte de Venezuela y se avecina otra por el nororiente y, aunque estiman los meteorólogos precipitaciones para el domingo, esperan el reporte oficial sobre esa material.
Sobre los “cordonazos”, indicó que el jueves se presentó una situación similar en la zona norte, específicamente en los municipios Ayacucho y García de Hevia, con fuertes lluvias y actividad eléctrica, pero no hubo daños materiales.
Marina Sandoval Villamizar
FUENTE CORTESIA DIARIO LA NACION
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